Tener un propio mundo interior. A veces me encanta contar mis propias historias o perderme en las ideas de otras personas y plasmarlas como yo me las imagino. Hacer colaboraciones, quedar una tarde cualquiera con otro compañero fotógrafo para hacerle fotos a una modelo de forma totalmente improvisada. También me encanta planificar una sesión en un lugar que aparentemente no es nada estético. Dejarse llevar y crear siempre es muy necesario para poder volver a la realidad. De ésta forma podrás plasmar de forma más creativa la realidad, darle otro giro y otro punto de vista que hacen que mis fotografías sean únicas.